En una zona cercana a Los Rodeos, donde se sitúa el Aeropuerto de Tenerife Norte hay un bunker abandonado que se construyó ante la amenaza de un posible ataque durante la II Guerra Mundial por parte de los aliados. Se conoce con el nombre de Bunker de El Púlpito y fue un complejo militar subterráneo que sirvió de polvorín y que además albergó combustible y enseres militares.
Las islas estuvieron bajo amenaza estadounidense durante la guerra y por ello se dotó a la isla de varios bunkers para poder repeler posibles ataques aliados aunque afortunadamente no se llevaron a utilizar.
El Buker de El Púlpito tiene unas dimensiones de unos 1400 metros cuadrados, con galerías militares bien fortificadas y camufladas. En la actualidad está abandonado y muy poca gente conoce la existencia de este lugar que forma parte de la historia de la isla.
Ya forma parte de la vida cotidiana de los habitantes de la Matanza de Acentejo, una construcción raquítica, sin paredes, cuya estructura es eso mismo, lo más parecido a un esqueleto. El Esqueleto de la Matanza está situado en la zona conocida con el nombre de Puntillo del Sol, es uno de los lugares del municipios con vistas impresionantes y desde donde se puede divisar hasta la isla de La Palma.
El Esqueleto está prácticamente oculto en un barranco a las espaldas de varios edificios altos. Un lugar un tanto polémico por ocultar a los residentes unas imponentes vistas del mar y que piden desde hace años su derribo, pero ahí sigue. Fue un proyecto de hotel que se hizo en los 70 y que no se llegó a terminar situado en un paraje protegido, recibe el nombre de Paisaje Protegido de Costa Acentejo, dos edificaciones de 15 plantas en estado de ruina.
En la costa de Tacoronte, pasado el túnel de la Mesa del Mar y cuando no se puede continuar a pie se encuentra del conocido como Castillo del Mar, un antiguo edificio abandonado que es testigo del incesante golpeo de mar. Situado entre riscos está este edificio con torre, que lejos de ser un castillo fue una finca de recreo de un rico terrateniente de Tacoronte, es conocido también por el nombre de Castillete de Guayonje o el Castillo de Óscar Domínguez.
Está situado en la desembocadura del barranco de Guayonje y en la actualidad está abandonado, y el paso del tiempo lo ha ido deteriorando. Pertenece al Ayuntamiento de Tacoronte y existen varios proyectos sobre la mesa para su reforma pero hoy día es un fantasmagórico lugar pendiente de ser declarado Bien de Interés Cultural.
En la zona de Playas de las Américas, en el municipio de Arona se encuentra la Iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe. Está situada en un concurrido lugar del municipio de Arona en Avenida Noelia Afonso Cabrera.
En la parte sur de la isla, en Granadilla de Abona se encuentra un paraje natural de costa llamado Reserva Natural Especial de Montaña Roja. Este espacio único es perfectamente reconocible, en una zona de costa poca escarpada y dominado por un terreno llano se divisa una impresionante colina roja. 166 hectáreas de arenas inorgánicas y de humedales donde se pueden divisar algunas aves protegidas, como el chorlitejo patinegro pero también otras como el zarapito, correlimos, o archibebes y muchos más. También hay una fauna de invertebrados bastante rica, muchos de ellos endémicos.
La flora de la zona también a pesar del paraje también es rica, se encuentran hasta 136 especies de plantas, algunas de ellas se encuentran amenazadas. Destaca el balancón, las lechetreznas, melera o treintanudos. El volcán de la montaña roja tiene una altitud de 171 metros y se formó tras una erupción en el litoral que se unió a la isla por una serie de materiales volcánicos.
Cabe destacar también que la Montaña Roja está rodedada de cierto aire de leyenda, es uno de los lugares donde, según testimonios se han divisado objetos que expertos ufólogos consideran que puden ser OVNIS.
Además del interés pasajístico que regala esa parte de Granadilla de Abona, también se puede disfrutar de un excelente baño en la zona, donde se encuentra la playa de La Tejita.
En Icod de los Vinos se encuentra situada la Ermita de las Angustias, en honor a la virgen del mismo nombre, una talla que se conserva en su interior fue hecha en México en la primera mitad del siglo XVII.
Es curioso que lo más interesante de la Ermita de las Angustias no es el templo en sí o las imágenes que se puedan encontrar en su interior, lo más destacable es el caimán disecado que se encuentra dentro de una urna de cristal en las dependencias de la ermita.
Sobre este saurio hay una leyenda que cuenta que un cabrero daba de comer a un pequeño lagarto y creció tanto que el animal quería comerse su ganado. El cabrero fue a acabar con él puesto que para este era insostenible que el lagarto se comiese cada día una pieza de ganado, durante la lucha por matarlo el cabrero estaba a punto de ser devorado y se encomendó a la Virgen de las Angustias, finalmente pudo acabar con el lagarto y agradecimiento a la Virgen lo llevó hasta el altar como ofrenda. Aunque esta es la leyenda, hay otra versión, y es que el Capitán Torres acabó con un caimán en México en el año 1771 que disecó y se trajo desde América.
En la población de Santa Úrsula no podía faltar un rincón en el que disfrutar de unas espectaculares vistas y relajarse, el Mirador de la Quinta es el lugar idóneo para poder llevar ello. El mirador se encuentra situado en la zona conocida con el nombre de Barranco de la Fortuna al final de la urbanización de La Quinta y está registrado en la Red de Miradores del Cabildo de Tenerife como de interés paisajístico.
Desde el Mirador de la Quinta se tiene una impresionante vista de toda la linea de costa del Valle de la Orotava hasta el Puerto de la Cruz y una vista suprema del Teide.