En la parte sur de Tenerife podemos encontrar El Guincho en la zona de la playas de las Américas. Es un núcleo poblacional muy turístico que alberga zonas de ocio y entretenimiento y que además cuenta con una piscina natural de obligada visita. También tiene unas playas y una zona arqueológica que gracias al gran valor que tiene ha sido declarada Bien de Interés Cultural con categoría de Zona Paleontológica. Gracias a esta protección en El Guincho, se podrá conservar uno de los escasos yacimientos arqueológicos de este tipo que existen en la isla de Tenerife y que está muy amenazado debido a la presión urbanística.

La Playa del Guincho es un deposito del cuaternario en el que se pueden observar especies de moluscos propios de ambientes tropicales que se formaron en una época más cálida que la que se está viviendo actualmente, según los expertos hace más de 100 mil años.

También hay que destacar que El Guincho tiene una piscina natural que se llena de agua de mar y que ha sido restaurada, un lugar perfecto para poder disfrutar del mar, muy cercana a la playa del Bunker y en plena zona turística de Playa de las Américas.

En San Miguel de Abona es posible visitar un entorno muy interesante, en concreto los amantes del senderismo pueden llegar hasta la Fuente de Tamaide a través de una ruta de unos 3,5 kilómetros de largo y con una duración de unas 2 horas. Durante todo el recorrido que lleva hasta la fuente de Tamaide se puede descubrir parte del patrimonio etnográfico relacionado con el aprovechamiento de los recursos hídricos en la zona, además de arquitectura popular e incluso yacimientos arqueológicos.

A la Fuente de Tamaide es posible llegar a través de un camino asfaltado que parte desde la Cruz de Piedra o Cruz de la Morena, dicho camino discurre entre barrancos, tabaibas, huertas de jable, viviendas e incluso por una antigua colada volcánica pahoehoe con caprichosas formas que reciben el nombre de lavas cordadas.

La Fuente de Tamaide está situada en la parte izquierda del barranco, al pie de un almagre y debajo de una colada basáltica, sobre un depósito pumítico que se aprovechó para crear una cavidad para poder recoger el agua, también dispone de un pequeño abrevadero para que los animales puedan hidratarse.

En Los Realejos se encuentran algunos de los Dragos más bellos de los que se puede encontrar en el archipiélago canario. Cabe recordar que los Dragos son una especie muy delicada, a pesar de lo que pueda parecer no está constituido de madera, no es recomendable poner otro tipo de plantas debajo de él, no necesita ser regado y si se corta algunas de las raíces aéreas pueden aparecer infecciones.

El Drago de San Francisco está en la parte de Realejo Bajo, según los expertos tienen una edad aproximada de 250 años y algunas expertos la han calificado como el ejemplar que mejor posibilita el estudio en la isla de este tipo de especies.

El Drago de San Francisco es uno de los 5 que cuenta con protección regional junto al de Icod de los Vinos, drago San Juan en Tacoronte, drago del Seminario en San Cristóbal de la La Laguna y el de Sietefuentes que también se sitúa en la población de Los Realejos.

En Vilaflor se encuentra uno de los arboles más espectaculares que se puede encontrar en todo el archipiélago canario, es el conocido como Pino Gordo. Este árbol es un ejemplar de pino canario que según los expertos puede tener entre 700 y 800 años, una altura de más de 45 metros y un diámetro que supera los 9 metros.

La base tiene 3 pernadas juntas y que forman el Pino Gordo y después del Drago Milenario que se encuentra en Icod de los Vinos es el Árbol más famosos y visitado de Tenerife.

La Montañeta es una zona de costa que está situada en la parte sur de la isla de Tenerife en la zona de Playa de las Américas. Es un lugar muy concurrido donde se realizan muchas actividades náuticas y que los amantes del surf lo tienen como un lugar de referencia. Un lugar muy turístico y cargado de actividades al que hay que ir y disfrutarlo.

Entre las plantas más características que existen en el archipiélago canario se encuentra sin duda el Drago, un indudable símbolo que se encuentran diseminados por todas las islas, motivo de orgullo de sus habitantes. En Los Realejos, en la parte norte de la isla de Tenerife se encuentra uno de los más famosos el conocido como Drago de San Francisco. El Drago de San Francisco es uno de los más bellos de la isla, no tiene la magnitud del Drago Milenario de Icod de los Vinos pero es uno de los más destacados y todo un orgullo para los habitantes de Los Realejos.

Junto al drago hay una antigua hacienda del mismo nombre que antaño era el lugar donde se hospedaba la familia encargada de cuidar la finca en la que se sitúa el drago