El Castillo de Santa Catalina, situado en la isla de la Palma, concretamente en el centro de su capital, Santa Cruz de La Palma es uno de los símbolos inequívocos de la isla. Históricamente, el Castillo de Santa Catalina daba cobertura al puerto de La Palma, uno de los más importantes en las rutas que hacían los barcos que partían de la península en su camino hacia las Américas.

La primera construcción del Castillo de Santa Catalina fue finalizado en mayo de 1554, se construyó para protegerse de los ataques piratas que sufría la isla regularmente. Esta primera construcción sufrió graves daños y fue finalmente entre 1676 y 1701 cuando se terminó la fortificación que se conoce hoy día.

El Castillo de Santa Catalina se utilizó por el ejercito hasta 1808, tiene una planta rectangular, entre las instalaciones que tiene la fortificación cabe destacar una cárcel, un almacén –casa, puente de madera con un foso que da acceso al castillo.

El castillo fue declarado monumento Histórico Nacional en 1949, cabe destacar que es la única construcción de los Austria que se conserva en las Islas Canarias. La Palma tiene como uno de sus símbolos el Castillo de Santa Catalina.