La iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe es una de más conocidas de Teguise en Lanzarote. Esta iglesia data del siglo XV, en principio la era un sencillo templo que no disponía de ventanas y con unos pocos de asientos que eran piedras adosadas al a las paredes de la construcción.
Desde su creación la Iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe en Teguise ha sufrido numerosos saqueos, algún incendio y en alguna ocasión casi derruida debido a las invasiones que tuvieron lugar en Lanzarote.
Hasta el siglo XVIII la parroquia no tuvo tres naves, pero de nuevo en 1909 se incendió y volvió a ser arrasada, esta vez a través de las aportaciones de los habitantes de Teguise volvió a ser reconstruida.
Varios años después en 1914 fue bendecida por el obispo Ángel Marquina Corrales y volvió a abrir sus puertas. Tras esta última obra se puso un prisma más a la torre, después de esta actuación se convirtió en el elemento arquitectónico más alto de Lanzarote.
En su interior se pueden encontrar elementos muy interesante realizados en granito, como son las pilas de agua bendita, la propia pila bautismal, el púlpito y parte del coro del templo, estos realizados por Juan Hernández Pérez, artista local. Cabe destacar los retablos y el tornavoz del púlpito creados por Eugenio Bañasco.
Otro de los conventos que podemos encontrar en la población de Teguise en Lanzarote es el Convento de Santo Domingo de Teguise. El único Convento que existió durante medio siglo en la isla de Lanzarote fue el de la orden de Los Franciscanos de Miraflores que hoy es Museo de Arte Sacro. Con el paso del tiempo se crearon otros centros religiosos entre ellos está Convento de San Domingo de Teguise, construido gracias al empeño de Gaspar Rodríguez Carrasco, que aunque nació en Tenerife su actividad mercantil la llevó a cabo en Lanzarote.
En 1692 buscó licencia para crear un hospital con iglesia y servicio litúrgico bajo la congregación de San Juan de Dios, en 1698 cedió unas viviendas para instalar el hospital, pero finalmente no se hizo.
La insistencia de Carrasco no acabó aquí y principios del siglo XVIII a partir de una iglesia ya levantada el siglo anterior. El convento presenta una fachada de doble composición, sobre la puerta de la derecha en canto rojo, los símbolos de la Orden Dominicana.
En su interior destacan dos naves separadas por cuatro arcos de medio punto de piedra y de cantería roja y negra. Cabe hablar del retablo dorado de influencia indiana de uno de sus altares. Hoy día es una Galería de Arte Contemporáneo.