Los espacios naturales dominados por montañas son una constante en Artenara, uno de ellos es el macizo de Altavista, también conocido con el nombre de Azaenegue. Este macizo representa la frontera pétrea que frena los vientos alisios lo que hace que una parte de la montaña sea húmeda y otra sea seca y más influida por un clima caluroso y el punto más alto supera los 1300 metros sobre el nivel del mar.

Esta curiosidad también influye en los tipos tanto de flora como de fauna que hay tanto a un lado como al otro del macizo. Se pueden ver pinos canarios, sabinas, rodales de brezos entre otros.

Desde Altavista o Azaenegue es una atalaya desde donde es posible asomarse y contemplar la región de Tamadaba, Tirma o la Caldera compuesta por un entorno de una belleza impresionante.

En la zona de Altavista también es posible descubrir una fauna curiosa, aves como picapinos, aguilillas, cernícalos o cuervos habitan los poinales, también en raras ocasiones se pueden ver gavilanes. En la porte sur se pueden ver lagartos, perenquenes o incluso murciélagos montañeros.

La vida que discurre por los rincones de Altavista es riquísima, un entorno natural soberbio.  

En Artenara se pueden encontrar uno de los puntos más altos de la Isla, es el llamado Alto de los Moriscos, un paraje natural ideal para los amantes de la naturaleza donde poder desconectar y admirar la riqueza de esta parte de la Isla.

En la punta de Morisco es un lugar frío en invierno, es posible ver nieve, y los veranos suelen ser tórridos. Con respecto a la flora el paraje se encuentra dominado por pino canario, aunque estos son de repoblación y muchos de ellos no tienen fácil su supervivencia debido a la nieve, el calor y los vientos. Otras especies de flora si aguantan mejor la dureza del clima, los arbustos tipo magarza plateada, salvia blanca de la cumbre, alhelí o rosalito son algunos de estos arbustos que se pueden ver en Alto de los Moriscos.


La fauna que se puede encontrar en el Morisco son gran variedad de invertebrados y aves como el caminero y canarios que son las que mejor aguantan las inclemencias del tiempo.

Los Moriscos es un lugar ideal para poder conocer parajes bellos y disfrutar de rutas de senderismo, todo ello en pleno contacto con la naturaleza.

Artenara dispone de muchos espacios arqueológicos donde que demuestra la importancia de este punto de la isla en el desarrollo de la población uno de los lugares de obligada visita son las Cuevas del Caballero. Este yacimiento es un conjunto de 12 cuevas artificiales y que la naturaleza ha ido transformando y que se distribuye por un andén con orientación sur con unas impresionantes vistas sobre el Bentayga y la cuenca de Tejeda. Estas cuevas están en el Risco Chapín que forma parte tanto del termino municipal de Tejeda como de Artenara.

Las cuevas ha perdido muchos elementos arqueológicos debido a que a lo largo de los decenios han sido utilizadas por pastores para guardar su ganado, otras han sido también utilizadas como viviendas. A pesar de ellos si se puede ver en tres de las cuevas representaciones rupestres, tal es la importancia de las Cuevas del Caballero que se asocia con los rituales mágico-religiosos de los antiguos pobladores, existe incluso la leyenda que algunas mujeres practicaban la brujería en ellas.

Se cree que efectivamente fue así por la presencia de hoyos o cazoletas excavados en el suelo de la cueva y que estaban intercomunicados por canalillos.