Un lugar interesante y pintoresco es el faro de Punta Pechiguera, un faro que está situado en el municipio de Yaiza, en la parte sur de la isla de Lanzarote y que sirve como guía para las embarcaciones que pasa por el estrecho de La Bocayna, que es una paso marítimo que separa las islas de Lanzarote y Fuerteventura.
Las características del Faro Pechiguera tiene las siguientes características: es de 4º orden de luz blanca fija, se inauguró en 1866. Es un edificio de planta rectangular y está dividida en tres partes por un lado encontramos la vivienda de los fareros, por otro lado tenemos la torre y por último el faro tiene el almacén.
Con respecto al exterior del edificio presenta ventanas en arco enmarcadas en cantería, destacan también los adornos de sillería rematados en la cornisa del faro. El mismo edificio hace la función de zapata para soportar los empujones de la torre cilíndrica de sillería basáltica, siendo coronada por la maquinaria de la lampara que emite la luz. Una linterna elevada a unos 15,6 metros sobre el nivel del mar y a 9,5 de su punto en el que se encuentra anclado en la roca.
El viejo faro fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC) por el Gobierno de Canarias el 20 de diciembre de 2002.
En San Bartolomé existe uno de los molinos más importantes de toda la zona, es el conocido como Molino de José María Gil. El molino es uno de los más antiguos de Lanzarote y está calificado como Bien de Interés Cultural, gracias a la buena conservación del mismo.
El molino fue construido en 1870, en la primera parte del siglo XX, en 1919 fue adquirido por don José María Gil. El Molino consta de una torre circular construida en barro, piedra y cal, el interior está distribuido en tres plantas. La primera de las plantas estaba dedicada al almacenaje de herramientas y grano, la segunda planta salía molido el gofio o la harina y la última de las plantas que es donde se volcaba el grano antes de ser molido.
En 1920 el molino fue cerrado y sustituido por un sistema que funcionaba con gasoil. Cabe destacar que el Molino de José María Gil tenía como curiosidaduna puerta de madera por la que se accedía a las instalaciones cuya cerradura estaba formado por piezas de madera sin herraje que se abría con una singular llave elaborada en el mismo material. El Molino es hoy día uno de los símbolos de San Bartolomé y lugar de visita obligada.