En pleno corazón de la isla de La Gomera se encuentra el Alto de Garajonay, otro de esos lugares cargados de belleza ubicados en la parte norte de La Gomera, en el termino municipal de Vallehermoso. El Alto de Garajonay es una atalaya desde donde se pueden disfrutar de unas impresionantes vistas nocturnas del cielo, la ausencia de contaminación lumínica permite disfrutar de universo y distinguir perfectamente las constelaciones.

El Alto se encuentra en una altitud de 1487 metros sobre el nivel del mar y es posible divisar desde aquí la isla de La Palma, El Hierro y Tenerife y si el día está en condiciones optimas es posible divisar también la Isla de Gran Canaria.

La curiosa situación de el Alto de Garajonay en Vallehermoso ha hecho que este punto de La Gomera esté envuelto en cierto halo de magia, se pueden observar vestigios de aras de sacrifico de origen prehispánico. En un tiempo se conoció con el nombre de El Bailadero debido a que se creía que era un lugar de encuentro de brujas.

Hasta el Alto de Garajonay se puede llegar tanto en coche como recorriendo la multitud de senderos que hay por la isla y que llegan hasta este punto.

Entre los mejores miradores de Lanzarote se encuentra el Mirador de Guinate, que pertenece al término municipal de Haría y que está situado pleno risco de Famara, abierto para poder divisar unas impresionantes postales de los paisajes más espectaculares de la Isla. Desde el mirador de Guinate se puede ver las islas del Archipiélago Chinijo sobre la inmensidad oceánica.

El Mirador de Guinate está situado a una altitud de 500 metros sobre el nivel del mar, se puede ver perfectamente las islas de La Graciosa, con unas dimensiones de apenas 29 kilómetros cuadrados, una de las islas más salvajes del Archipiélago Canario, fruto de lo los volcanes que despertaron de los fondos marinos.

Se pueden ver las llanuras del jable africano, colonizados por aulagas que sobresalen desde el árido y seco páramo. Para llegar hasta el Mirador de Guinate se debe cruzar el pueblo que le da nombre, un pequeño núcleo urbano cercano a Yé y Máguez.

El mirador ocupa una pequeña glorieta al filo de un impresionante acantilado, tiene orientación norte por lo que a veces soplan los vientos alisios.

Arucas dispone de un lugar fantástico desde donde divisar una magníficas vistas de toda la zona donde está ubicada la ciudad además de todo su entorno. Este lugar tiene el nombre de Mirador de la Montaña de Arucas, está situado a 412 metros sobre el nivel del mar y lo más curioso es que está colocado dentro de lo que fue el cráter del volcán del mismo nombre. Este cono tiene una edad aproximada de 300.000 años y su cima tenía un cráter de poca profundidad que fue rellenado en la década de los 50 para situar este lugar tan pintoresco.

Desde el mirador se puede tener una de las mejores panorámicas del municipio de Arucas y de la parte norte de la isla de Gran Canarias, se puede ver desde La Isleta a la Montaña de Galdar, mientras que si se mira hacia el norte es posible divisar hasta La Cumbre.

En total el Mirador de la Montaña de Arucas tiene 4 balcones distribuidos hacia los 4 puntos cardinales que permitirán a los visitantes disfrutar de la vista de cultivos de plataneras, así como de la ciudad y otros núcleos de población.

Situado en Guarazoca, muy cercano a la capital de El Hierro, Valverde, está el Mirador de la Peña, concretamente en el extremo oriental del Risco de Tibaje. Este lugar es imprescindible para poder disfrutar de una de las vistas más bellas de toda la isla.

Desde El Mirador de la Peña se puede tener una panorámica perfecta del valle de El Gofio y ver con perspectiva el brutal deslizamiento que haces millones de años dio forma a esta parte de la isla. Es posible divisar la enorme dentellada de 15 kilómetros de ancho y entre 500 y 700 metros de alto que para hacerlo más bello se encuentra cubierta de una frondosa vegetación autóctona.

A los pies se observa una enorme llanura volcánica con viñas y frutales que finaliza donde el océano atlántico empieza a golpear la costa de El Hierro. Desde el Mirador de la Peña también es posible otear los vírgenes Roques de Salmoruno de los lugares donde se encuentra uno de los símbolos de la isla, los lagartos gigantes que sólo se encuentran en El Hierro. El edificio del mirador es una joya arquitectónica diseñada por el arquitecto canario Cesar Manrique a principio de los años 80.

El famoso artista se caracterizaba por crear espacios orgánicos, concretamente en el Mirador de la Peña, Manrique, utilizó numerosas plantas, amplios ventanales y techos de mampostería para crear un ambiente fresco y acogedor. Los jardines de alrededor del edificio también fueron diseñados por el arquitecto y como suele hacer en sus obras cuidó enormemente de que todo el complejo quedase integrados perfectamente en el entorno.

El propio mirador es también un restaurante donde se ofrece lo mejor de la gastronomía de El Hierro, sin lugar a dudas uno de los puntos más recomendables de la zona. En la primera década del 2000 el mirador fue declarado Bien de Interés Cultural.

El Pico de las Nieves es la elevación más alta de la Isla de Gran Canaria, una cumbre con unas impresionantes vistas desde donde es posible divisar algunas de las islas que forman en archipiélago canario. A pesar de las latitudes en las que se encuentran las Islas Canarias, durante los días más fríos del invierno esta zona se suele cubrir de nieve, esta nieve era almacenada en los conocidos como Neveros o pozos de nieve muy parecidos a los que se conocen en algunos puntos de las sierras de Andalucía.

Hay uno con el nombre de Pozo de las Nieves, cuando caía una nevada estos pozos se cubrían por completo de nieve, la estrategia era la siguiente una vez estas construcciones estaban cubiertas de nieve se conservaban en bloques de hielo que evitasen que se derritiesen fácilmente una vez formados se cortaban y con bestias se bajaban hasta los núcleos más cercanos. Para formarlo era necesario aplastar la nieve con moldes y una vez sometidas a esta presión se forman bloques que formaban capas y que eran separadas por paja. Era sorprendente como estos bloques de hielo aguantaban grandes temporadas sin derretirse.

El Pozo de Nieves era una excavación en roca, con unos 10 metros de profundidad y cubierto por un cobertizo, se calcula que su construcción data aproximadamente desde 1594.