El Monumento Natural de Roque Nublo es uno de los lugares más interesantes que hay en la isla de Gran Canaria, situado en el municipio de Tejeda, cuenta con unas dimensiones de 451 hectáreas y cuyo símbolo es el roque que sobresale imponente desde una de las crestas. El monolito rocoso del Roque de Nublo es de origen erosivo siendo un paisaje singular y cargado de belleza.
Según los expertos el Roque Nublo se formó en cinco episodios de origen volcánico, es uno de los mayores del mundo y preside la Caldera de Tejeda que es una de las más grandes de la isla, tiene una altura de 80 metros desde sus base y está a más de 1800 metros sobre el nivel del mar.
Lo imponente del paisaje hizo que este punto fuese lugar de culto para los aborígenes de la isla, desde 1987 está protegido como espacio natural.
El Roque de Nublo y todo su entorno es un lugar perfecto para disfrutar de la naturaleza en todo su esplendor, es posible realizar rutas de senderimos de gran belleza, también es posible realizar treaking y desde las alturas divisar la Caldera de Tejeda, Llanos de la Pez y el Pozo de las Nieves.
El Pico de las Nieves es la elevación más alta de la Isla de Gran Canaria, una cumbre con unas impresionantes vistas desde donde es posible divisar algunas de las islas que forman en archipiélago canario. A pesar de las latitudes en las que se encuentran las Islas Canarias, durante los días más fríos del invierno esta zona se suele cubrir de nieve, esta nieve era almacenada en los conocidos como Neveros o pozos de nieve muy parecidos a los que se conocen en algunos puntos de las sierras de Andalucía.
Hay uno con el nombre de Pozo de las Nieves, cuando caía una nevada estos pozos se cubrían por completo de nieve, la estrategia era la siguiente una vez estas construcciones estaban cubiertas de nieve se conservaban en bloques de hielo que evitasen que se derritiesen fácilmente una vez formados se cortaban y con bestias se bajaban hasta los núcleos más cercanos. Para formarlo era necesario aplastar la nieve con moldes y una vez sometidas a esta presión se forman bloques que formaban capas y que eran separadas por paja. Era sorprendente como estos bloques de hielo aguantaban grandes temporadas sin derretirse.
El Pozo de Nieves era una excavación en roca, con unos 10 metros de profundidad y cubierto por un cobertizo, se calcula que su construcción data aproximadamente desde 1594.
La Patrona de Tejeda es Nuestra Señora del Socorro, la población celebra las fiestas en su honor cada 8 septiembre en los alrededores de la ermita que lleva nombre de la virgen.
Cada año el pueblo de Tejeda se vuelva en esta fiesta que consiste en una romería que se extiende a lo largo de toda la tarde noche al son de las rondallas y con innumerables carretas. Todo el dinero regido se entrega a entidades benéficas de la Isla de Gran Canaria, es posible degustar los mejores productos de la comarca y disfrutar con los trajes típicos que todos los asistentes llevan.
La ermita donde reside Nuestra Señora del Socorro se terminó de construir en 1931, tiene un particular estilo ecléctico y fue obra de Rafael Massanet y Fernando Navarro. La Ermita se asentó en el mismo lugar donde anteriormente había otra ermita que quedó arrasada por completo después de un incendio que tuvo lugar en 1920.
La imagen de la Virgen de Nuestra Señora del Socorro es una talla obra del tallista Arsenio de las Casas, tiene un rostro igual que al de la Virgen del Rosario de Agüimes.
La naturaleza de Tejeda es sin duda uno de los atractivos más interesantes que nos puede ofrecer esta parte de la isla de Gran Canaria. Uno de los miradores más espectaculares, con las vistas más impresionantes y de obligada visita es el conocido como Mirador de Becerra. Desde aquí se pueden ver las Montañas de la Almagría en la parte norte, mientras que oteando hacia el sur se puede ver las montañas de Mejoranas, una de las perspectivas más conocidas de Gran Canaria.
Para llegar hasta el mirador de la Degollada de Becerra es necesario partir desde la Cruz de Tejeda, se ve un sendero ancho cuya primera parte está empedrado y por el que se va ascendiendo. Durante el trayecto hay que disfrutar de la naturaleza, el paseo discurre entre codesos, retamas y algunos castaños hasta que finalmente se llega hasta el Mirador de Becerra.
El paseo bien merece la pena porque una vez allí las vistas son fantásticas, se puede ver el RoqueNublo, también el conocido como Roque Fraile, del Bentayga o la Montaña de Altavista. La elevación permite también divisar la vecina isla de Tenerife cuyo Teide impera majestuoso. Sin duda como bien dijo Unamuno sobre este a paisaje toda una “tempestad petrificada”.