En el barrio de Punta de Abona perteneciente a la Villa de Arico está situada la ermita de Nuestra Señora de Las Mercedes, santuario en honor a la virgen que da nombre al templo. Es la fundación religiosa más antigua del reino de Abona, del siglo XVI, seguida en importancia por la Virgen de Candelaria.

El templo se remonta a principios del siglo XVII y situado en un lugar en el que se han encontrado vestigios de los primeros pobladores de la isla.

Arico el Nuevo es un núcleo poblacional que pertenece a la villa de Arico. Este punto recibe el nombre de “nuevo” porque fue construida a posteriori por personas que pertenecían a la vieja Villa.

Arico el Nuevo esta situado a unos 5 kilómetros de la capital municipal y tiene una altitud de unos 241 metros sobre el nivel del mar, cuenta con la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Luz.

Este pequeño núcleo tiene el distintivo de Bien de Interés Cultural en la categoría de Conjunto Histórico en 2007 porque tiene un conjunto de edificios de gran valor no sólo histórico sino etnográfico y arquitectónico que dan buena muesra de los reflejos de la vida canaria del siglo XVIII.

Arico el Nuevo fue fundado a lo largo del siglo XVIII, colindante al camino real que comunicaba el pago de La Degollada con el Porís de Abona, que era el puerto principal de la zona. Arico el Nuevo tuvo gran importancia debido a que se instalaron familias que venía del Lomo de Arico. Además de los históricos inmuebles, el templo de Nuestra Señora de La Luz es uno de sus tesoros más valiosos, erigida en unos terrenos cedidos por el capitán Gil Gómez Morales.

La Montaña Centinela es un monumento natural que está situada en la zona de la costa de Villa de Arico. El principal atractivo que ofrece la Montaña Centinela es que se trata de un cono piroplastico que se encuentra acompañado de llanos periféricos circundantes ocupados por una importante comunidad de cardonal-tabaibal.

Conforme se acerca más a la montaña se puede ver mejor el tipo de paisaje, muy característico de la parte sur de la isla y donde hay más antiguas erupciones alrededor de la montaña centinela. En la zona se pueden encontrar cernícalos o los lagartos que se pueden ver en otros puntos de Tenerife.

El valor de la Montaña Centinela es importante, tanto, que fue declarada monumento natural y área de sensibilidad ecológica por la Ley Autonómica.

La Villa de Arico situada en la isla de Tenerife también es conocida con el nombre de El Lomo. Esta pequeña localidad tiene unos 630 habitantes y limita con Las Cañadas del Teide, Arico Viejo, Los Gavilanes y Arico Nuevo, Poris de Abona y La Cistera.

El nombre de Arico procede del término “aricar” que quiere decir arar muy superficialmente, esto da buena muestra del pasado agrícola de esta parte de Tenerife, aunque también, otros expertos afirman que es un termino traído del guanche.

Arico recibe el título de villa de la mano del rey Alfonso XIII gracias al auge económico que tuvo el núcleo poblacional a principios del siglo XX.

Arico se empezó a construir en 1590, hasta 1610 no tiene la ermita de San Juan Bautista, se construyen multitud de viviendas alrededor del templo, lo que es hoy el casco histórico del municipio, uno de los reclamos más bonitos para los visitantes.

La Iglesia de San Juan Bautista de la Villa de Arico es sin duda uno de los tesoros más importantes que forman parte del patrimonio de este municipio de la isla de Tenerife declarada monumento histórico artístico en 1985. Los alrededores del templo es la parte más destacada arquitectónicamente hablando del municipio.

La iglesia de San Juan Bautista de Arico venera a una pequeña imagen gótica de Nuestra Señora de Abona, patrona del sur de Tenerife además de ser la patrona y la alcaldesa perpetua del municipio de Arico.

El edificio actual de la iglesia de San Juan Bautista fue construido en el siglo XVIII, está formada por una sola nave y dos laterales formando una planta de cruz latina, con techumbres artesonados. Se empezó a construir en el año 1747 por Juan de Armas, que fue un importante alarife de La Orotava, las obras finiquitaron en 1755. Hay que destacar las techumbres de artesonados y la fachada principal con elementos arquitectónicos barrocos y gótico tardío.

Entre los tesoros que albergan está la imagen de la Virgen de Abona, la Virgen del Rosario o la Virgen del Carmen además de una custodia y varios cálices de plata dorada.