Puerto del Rosario tiene una de la playas más bonitas y encantadoras de Fuerteventura, Playa Blanca. A unos minutos de la capital de la isla no sólo es una buena opción para los habitantes de la ciudad, también es un destino interesante para los visitantes puesto que no es una playa masificada por el turismo. Un lugar tranquilo, con aguas limpias y transparentes, arenas blancas y finas y amplio espacio donde tender la toalla, con una anchura que supera los 40 metros por casi 1 kilómetro de largo.
Playa Blanca fue remodelada en 2008, se procedió a la sujeción de dunas, cambio de mobiliario, mejora de accesos y otras actuaciones que convirtieron a la playa en una de las mejores de Fuerteventura. Esta remodelación le ha servido a la playa para obtener en varias ocasiones el distintivo de Bandera Azul.
La playa ofrece numerosos servicios de atención para los visitantes, dispone de pasarela de madera para acceder hasta la arena, duchas adaptadas con lavapies, aseos adaptados, parque infantil, base de salvamento con socorristas durante la temporada de servicio, hamacas, sombrillas, amplio aparcamiento y un largo etcétera de equipamiento para uso y disfrute de los usuarios.
Playa Blanca no sólo está destinada para bañistas o amantes del mar que quieran disfrutar de un tranquilo día de playa, los aficionados a los deportes acuáticos como kitesurf, surf, windsurf y otras actividades deportivas pueden disfrutar de la amplia oferta. Se organizan torneos de Fútbol Playa, Balonmano Playa, Voley playa además de regatas de vela, travesías a nado entre la cercana Playa Chica y un largo etcétera de actividades destinada para todos los públicos.
El oleaje no suele ser muy fuerte, pero al no tener barreras de protección hay días en los que hay que tener precaución con el baño para evitar cualquier contratiempo.
En la isla de Fuerteventura hay una gran cantidad de playas tranquilas sin mucha afluencia de personas perfectas para disfrutar de un rato de desconexión fantástico, una de ellas es la Playa del Jarugo. Esta playa apartada se encuentra a unos 2 kilómetros de la playa Tebeto y destaca por su arena blanca y su apariencia de playa virgen.
El fantástico arenal dorado se extiende durante unos 200 metros, cuando baja la marea destaca su área natural, aunque no hay que confiarse lo más mínimo porque el oleaje es muy intenso y furioso por lo que muy importante tener muchísima precaución para evitar sustos mayores. Es una playa peligroso por lo que el baño es recomendable tomarlo en la orilla con mucho cuidado, aunque compensa su tranquilidad y la posibilidad de practicar nudismo.
La playa está cercana a la desembocadura del barranco que da nombre a la playa y su visita es muy recomendable.