Las erupciones volcánicas suelen ocasionar en muchas ocasiones formaciones increíbles, gracias a ello existe la Cueva del Hielo en las Cañadas del Teide en pleno Parque Nacional del Teide. El carácter aislante de los tubos volcánicos provoca que se conserve hielo en su interior cuando la zona es azotada por algún temporal y que meses después hace que se conserve agua en estado sólido, las aguas de las lluvia que se filtran por las grietas hacen que durante el invierno se congele y que meses después aun se mantenga congelado.

La Cueva del Hielo está situada a 3,300 metros de altitud y tiene una dimensión de unos 50 metros de longitud teniendo una de las fuentes a mayor altitud del Parque Nacional. Es curioso destacar que la cueva tiene agua durante todo el año y que se conserva congelada gracias al aislamiento de los materiales.

Esta cueva se conocía desde hace siglos y desde ahí se sacaba el hielo que se consumía antiguamente y que era una artículo de lujo. Con bestias y con unas largas escaleras accedían al interior de la cueva y sacaban bloques de hielo que se llevaban hasta el Puerto de la Cruz. Se sitúa cercano al Refugio de Altavista.

La Cueva de Achbinico fue tras la conquista el primer santuario cristiano de Canarias en importancia y difusión religiosa e históricamente también fue el primer santuario mariano que existió en el archipiélago. Esta cueva advocada a la Virgen de Candelaria (Patrona de Canarias) y a San Blas, se encuentra en Candelaria (Tenerife, Canarias, España) justo detrás de la Basílica de Nuestra Señora de la Candelaria. En esta cueva los guanches dieron culto a dicha imagen mariana tras la cristianización. Por lo que en ella han aparecido diversos utensilios arqueológicos de época guanche, por lo cual la cueva es además un lugar de gran importancia arqueológica. Tiene la categoría de Bien de Interés Cultural, integrada en el Santuario de Candelaria.

En la parte sur de la isla, en el término municipal de Granadilla de Abona podemos encontrar un pintoresco santuario situado en una cueva, es la conocida como Cueva del Santo Hermano Pedro.

El Santuario está cercano al Aeropuerto Reina Sofía y está dedicada a Pedro de San José Betancur que era popularmente conocido como el Santo Hermano Pedro, se dice que el santo se refugiaba en estas cuevas cuando era niño en la que descansaba cuando estaba cuidando el rebaño de su familia.

En el interior de la cueva se puede encontrar una talla de madera en honor a el Santo Hermano Pedro que está junto a las ofrendas que los fieles suelen dejar en el templo, estas ofrendas son papeles donde los feligreses anotan sus deseos y peticiones.

Pedro de San José Betancur nació en la isla de Tenerife aunque su labor religiosa y evangelizadora la realizó íntegramente en Sudamérica concretamente en Guatemala donde ayudó a curar enfermos y dar esperanza a los más desfavorecidos.

La Cueva del Santo Hermano Pedro fue declarada Bien de Interés Cultural en 1999 con categoría de Sitio Histórico otorgado por el Gobierno de Canarias.